La revolución de las telecomunicaciones viene motivada por las fuerzas tecnológicas y del mercado. La Unión Europea (UE) ha desempe?ado un papel central en este proceso al fijar el ritmo de apertura de los mercados, mantener la igualdad de oportunidades entre todos los participantes, crear una estructura reguladora dinámica, defender los intereses de los consumidores e incluso definir normas técnicas.

Los viejos monopolios de telefonia de propiedad pública que antes operaban en mercados nacionales protegidos se han transformado. Han aparecido en el mercado nuevos participantes emprendedores que ofrecen de manera atractiva nuevos servicios creativos. La competencia ha obligado a bajar los precios y a mejorar la calidad.
Como resultado, los particulares y las empresas disfrutan de servicios más baratos y de mayor calidad y fiabilidad. Se ha ampliado la capacidad de elección de los consumidores tanto en lo que se refiere a los proveedores como a los servicios en oferta. La demanda de teléfonos móviles y de acceso a Internet ha aumentado enormemente desde 1995 hasta 2000. En la actualidad, más del 90% de las escuelas y de las empresas de la Unión Europea están conectadas a la red y más de mitad de la población es usuaria habitual de internet. A pesar de la reciente desaceleración, el sector de la información y las comunicaciones es todavía uno de los más dinámicos de la Unión Europea y de todo el mundo.


La Comisión Europea: impulsor precoz

Respondiendo a los primeros signos de la liberalización de las telecomunicaciones a ambos lados del Atlántico, la Comisión Europea presentó en 1987 un documento de orientación , que puso en marcha un programa legislativo que abrió sucesivamente los mercados nacionales de equipos de telecomunicaciones y servicios de la Unión Europea hasta culminar en la liberalización total de sus mercados de telecomunicaciones en 1998. Desde entonces, la convergencia de las comunicaciones y la radiodifusión, gracias a la digitalización, ha llevado a la Unión Europea a volver a fijar los límites normativos que cubran todas las ?redes y servicios de telecomunicaciones electrónicas en un nuevo marco reglamentario con efecto a partir de julio de 2003.

Se proporciona así una serie de normas con el fin de facilitar a las redes de radiodifusión la posibilidad de ofrecer a sus clientes servicios informativos (acceso rápido a Internet y telefonía) y que las compañias de telecomunicaciones puedan hacer lo mismo con programas audiovisuales. La convergencia es ya una realidad en muchos países de la Unión Europea donde los operadores de la televisión por cable ofrecen acceso a Internet de alta velocidad, y en algunos casos, también un servicio telefónico completo. Y viceversa, algunas compañias de telecomunicaciones participan junto con otras de radiodifusión en proyectos de distribución de programas digitales de televisión. Otro nuevo punto de encuentro lo constituyen los llamados teléfonos móviles de tercera generación que proporcionan acceso a Internet.

De la regulación a la competencia

Los objetivos principales del nuevo marco reglamentario son:

- Reducir la carga reglamentaria de las empresas que prestan servicios de la sociedad de la información, tras 15 años de normas sectoriales necesarias para guiar el proceso de liberalización.

- Velar por que, en un entorno competitivo, todos los clientes tengan derecho a una serie de servicios básicos a precios asequibles (teléfono, fax, acceso a Internet, llamadas de emergencia gratuitas) y por que no resulten marginadas las personas con discapacidades.

- Estimular la competencia, limitando así la Posición dominante que los antiguos monopolios había n conseguido en determinados servicios, como el acceso a Internet de alta velocidad.

La sociedad basada en el conocimiento más competitiva

Paralelamente a su trabajo en la apertura de mercados y fijaci?n de normas, la Unión Europea se ha esforzado por garantizar que los ciudadanos y las empresas aprovechan los logros de la sociedad de la información. Una prioridad es impedir una ?fractura digital? entre las regiones de la Unión Europea más ricas y las más pobres (a menudo perif?ricas) con menos acceso a Internet o a los nuevos servicios digitales, o entre los quince miembros actuales de la Unión Europea y los diez nuevos que se adherirán el 1 de mayo de 2004.

En su cumbre de Lisboa en el año 2000, los líderes de la Unión Europea pusieron en marcha la denominada iniciativa eEurope con el ambicioso objetivo de convertir la Unión en la sociedad basada en el conocimiento más competitiva del mundo para 2010.

Las Tecnologías de la información y de las comunicaciones no solo forman parte de un importante sector de actividad económica que genera alrededor del 7,5% de la riqueza de la Unión Europea en términos de producto interior bruto (PIB), sino que también constituyen una tecnología fundamental, que sostiene la eficiencia y competitividad de todos los sectores manufactureros y de servicios. Por esta razón, la agenda de Lisboa defini? las siguientes exigencias:

Las empresas y los ciudadanos deben tener acceso a una infraestructura de telecomunicaciones barata y de calidad mundial y a una amplia gama de servicios.

Cada ciudadano debe contar con las cualificaciones necesarias para vivir y trabajar en esta nueva sociedad de la información.
Se debe considerar prioritaria la formación permanente como elemento básico del modelo social europeo.

De cara a 2005: mejor en línea que en la cola

El próximo plazo de la iniciativa eEurope es el año 2005, ?poca en que los diez nuevos miembros integrar?n sus economías con las del resto de la UE. Los nuevos miembros ya se han fijado una serie de objetivos relativos a eEurope.

Un acceso de banda ancha a Internet que proporcione unas telecomunicaciones en línea rápidas, baratas y permanentes se considera la tecnología generadora clave en este período. Todas las empresas, escuelas y universidades de los miembros actuales de la Unión deberían tener acceso de banda ancha a Internet para 2005. La Unión Europea utilizar? los Fondos estructurales existentes (los Fondos regionales y sociales, etc.) para facilitar el acceso de banda ancha en las regiones remotas y rurales.

eEurope 2005 también propugna que otras Tecnologías, tales como la telefonía móvil de tercera generación o la televisión digital interactiva, proporcionen acceso de banda ancha antes de 2005 para ampliar la competencia y reducir el predominio actual de los operadores telefónicos de línea fija, los principales proveedores hoy de servicios de banda ancha.

Los elementos fundamentales del plan de acción de 2005 son los llamados servicios de administración electrónica, servicios electrónicos de aprendizaje y servicios electrónicos de salud. Bajo el lema mejor en línea que en la cola, la idea de la administración electrónica es proporcionar un acceso electrónico fácil a 20 servicios públicos básicos (Tramitación de impuestos sobre la renta o devoluciones de IVA, matriculaci?n de automóviles nuevos o cambios de propiedad, etc.). Ya el 88% de las devoluciones del IVA se tramitan electrónicamente en la UE.

Además de las escuelas y de las universidades, eLearning (servicios electrónicos de aprendizaje) afirma que las bibliotecas, los museos e instituciones similares también deberían estar conectados a redes de banda ancha para 2005. En cuanto a eHealth (servicios electrónicos de salud), los Estados miembros deben prestar servicios sanitarios en línea a los ciudadanos, tales como información sobre la prevenciónde enfermedades, documentos sanitarios en línea, consultas a distancia y reembolso electrónico de gastos médicos.


Fuente: Europa. Comisión Europea, 2004.