Manuel Teruel, la competitividad y la internacionalización

Ayer se celebró la Asamblea General de Cámaras de Comercio de España y una de las intervenciones más relevantes estuvo a cargo de Manuel Teruel, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, internacionalizador de casta, estratega observador y reflexivo. Brillante productor de ideas e incansable gestor de acciones impulsoras del cambio en su sector: el comercio exterior.

Le tocó defender su tesis del cambio. Difícil cuestión porque enfrente estaba el Presidente del Gobierno calificando la situación económica actual como el resultado del “empuje de la locomotora nacional“. Pensando en Oriente, Teruel, dijo que las empresas españolas ya no pueden seguir como hasta ahora, porque se enfrentan a una “globalización rápida y asimétrica”.

Continuó diciendo que la política de internacionalización no puede seguir limitándose a la promoción, sino que debería asumir un nuevo papel activo a modo de bisagra entre lo exterior y lo interior, y entre la internacionalización y la competitividad. Hay que tener en cuenta que España se encuentra en el lugar número 30 entre los países del mundo respecto al crecimiento de la competitividad. También ha incidido en la necesidad de lograr una configuración definitiva de la imagen-país de España. También, propuso potenciar los instrumentos de iniciación a la dimensión internacional, no sólo en el campo de la exportación sino también mediante nuevos instrumentos como la cooperación empresarial o la importación estratégica.

Teruel afirmó que se debería apoyar la innovación en las empresas tradicionales e identificar sectores tecnológicamente más avanzados para que logren un mayor peso en la exportación. Y ante todo, apostar por las economías que en los próximos años concentrarán la mayor parte del producto interior bruto (PIB), del comercio y de la inversión mundial (China, India, etc..).

La propuesta de Manuel Teruel es cambiar los instrumentos actuales de apoyo al comercio exterior a fin de ayudar a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) a incorporarse al ámbito internacional, a las grandes empresas a plantear estrategias de multilocalización y a priorizar, en los programas de fomento de la competitividad y de la innovación, a las empresas productivas con vocación internacional. Para iniciar el proceso de cambio, ve necesario la creación de redes público-privadas de apoyo a la empresa.