Implantar o implementar un ERP en una empresa industrial o de manufactura es a veces complicado porque pueden surgir potenciales conflictos entre la empresa implantadora o integradora del software ERP y la empresa en dónde el software se va a implantar. En este artículo analizamos por un lado las expectativas, intereses y en qué tipo de valores se enfoca la empresa de software y la empresa que contrata los servicios para implantar el ERP. Y al final del artículo, damos unos pautas sobre la forma en que el consultor o el equipo de consultores debería abordar la implantación a fin de mejorar las posibilidades de éxito en esta tarea.

Comparación de objetivos entre las partes

(i) El objetivo de la empresa de software

El objetivo principal es lograr éxito en la implantación del ERP

Para conseguir este objetivo, la empresa debe vender más Software. Porque vender más software les garantiza ampliar sus margenes de beneficios económicos, realizar más actividades de consultoría y formación, y también su contrato de mantenimiento anual recurrente. Es la base de su modelo de negocio.

Y para vender más software se debe centrar o poner el foco en prescribir más “funcionalidades”.

(ii) El objetivo de la empresa industrial

El objetivo principal es tener éxito en la implantación del ERP (objetivo compartido)

Pero, para esta empresa, éxito significa ver resultados, por ejemplo, reducir tiempo de procesos, aumentar la colaboración y centralizar los datos de la empresa.

Y para ver resultados necesitan el nuevo software.

Y para poder tener el software, la empresa se debe centrar en el proceso de implantación o implementación.

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Conflicto de enfoques en la implantación de un ERP

Para el desarrollador, el éxito es vender un ERP con muchas funcionalidades, para poder resolver cualquier situación de la empresa.

Y, para la empresa industrial, ellos son únicos y diferentes. Sus procesos no se parecen en nada a los de otras empresas y por lo tanto necesitan un esquema de personalización, que les garantice mejorar y ser más eficientes.

Evidentemente, normalmente los desarrolladores ofrecen un software de calidad, con todo tipo de funcionalidades, que puede solucionar todo tipo de situaciones. Y los consultores son, generalmente, personas muy bien formadas y con amplia experiencia en la implantación del software de su compañía.

Pero la empresa industrial necesita consultores que los entiendan. No les interesa tanto conocer las maravillas tecnológicas de la aplicación, sino conocer lo que debería hacer la aplicación para mejorar sus propios procesos y especialmente, cuáles son resultados que van a obtener con esta implantación. La empresa busca ayuda para enfocarse y para simplificar. 

Por lo tanto, el problema es que se produce un choque entre la Complejidad (exceso de funcionalidades del sistema) vs. la Simplicidad (adquirir el software para hacer más con menos). Y para que el éxito buscado por ambas partes se produzca hay que simplificar un sistema complejo, y esto es un verdadero conflicto.

Pautas para los consultores de ERP

• Entender muy bien por que la empresa ha decidido invertir en el software ERP
• Comprender rápidamente cuál es su modelo de negocio
• Detallar los procesos de las operaciones de la empresa
• Identificar el sistema, que en conjunto, necesita la empresa
• Conoce el software ERP en detalle
• Realiza demos de cada módulo (y en profundidad)
• Habla con el personal de planta, no sólo con los jefes o directivos
• Buscar la forma de simplificar la vida de la empresa (hacer más con menos)
• Aprender a gestionar el miedo al cambio
• Entrenar a los usuarios del ERP
• Manter el equipo de implantación organizado y focalizado
• No perder de vista los objetivos estratégicos de la empresa
• Liderar el proyecto con convicción

Video de Eduardo Paz Lloveras: Cómo implementar o implantar un software ERP: SIMPLIFICA y TRIUNFARÁS