Pablo Fern?ndez Ruiz, director de Energía de la DG de Investigación, inaugur? en nombre del Comisario de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, la conferencia esbozando los planes de la Comisión para la investigación en energías renovables en el propuesto VII Programa marco (VIIPM), donde desempeñar?n un papel destacado las iniciativas tecnológicas comunes, que son los instrumentos de la Comisión para avanzar en el desarrollo de Tecnologías clave a traves de asociaciones paneuropeas público-privadas. Las pilas de combustible de hidr?geno se ha identificado también como un área que recibirá apoyo, mientras que las propuestas para el programa específico mencionan expl?citamente a las energías renovables como candidato adicional para una iniciativa tecnológica común que se crearádurante la aplicación del VIIPM.
La política de investigación de hoy en día aporta el conocimiento sobre la política energética del mañana, afirma el mensaje enviado por el Comisario. Nuestro objetivo a largo plazo es la transformación del actual sistema energético basado en los combustibles f?siles en uno más seguro, eficiente y sostenible. Mejorar nuestro conocimiento sobre las fuentes energéticas renovables a traves de la investigación es un importante paso para lograr este objetivo como parte de una combinación de energía sostenible.
La Comisión afirma que se habrán invertido 440 millones de euros en investigación sobre energía renovable durante el VIPM, entre 2002 y 2006, mientras que la propuesta para el VIIPM (2007-2013) reclama la financiación de 2.930 millones de euros a traves del apartado de energía del programa específico sobre Cooperación. El Comisario estima que el potencial para abordar las necesidades de energía renovable se puede mejorar por ejemplo, publicando convocatorias comunes sobre los temas de energía y medio ambiente.
También opina que las plataformas tecnológicas, que re?nen una masa crética de investigación, de la industria, las autoridades públicas y organizaciones de la sociedad civil, y cuyas agendas estratégicas de investigación ya han tenido un importante impacto sobre la definici?n de las propuestas del VII PM deberían convertirse en potentes actores de la política de investigación de la UE. Actualmente una plataforma tecnológica europea está funcionando con energía solar fotovoltaica y se están elaborando biocombustibles para una plataforma de transportes, al igual que los sectores de energía solar t?rmica y eelica están también en proceso de crear plataformas tecnológicas europeas.
En su introducción, Britta Thomsen, vicepresidenta de la Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE) del Parlamento Europeo se refiri? a la resolución parlamentaria del 29 de septiembre en la que se reclama que los programas específicos del VII PM incluyan una investigación sustancial en energía renovable y eficiencia energética y apost? también por algún tipo de presupuesto cerrado o fijo separado para la investigación en energías renovables, que contribuirá su vez a convencer a la industria para que realice inversiones estratégicas a largo plazo.
En nombre de la Presidencia britúnica del Consejo Europeo intervino el secretario de energía Malcolm Wicks, quien destacó los desafíos del futuro y la necesidad de políticas fundadas en las pruebas y la investigación, calificando la política energética europea como la búsqueda insaciable de lo renovable.
En referencia a los programas nacionales de investigación del Reino Unido y a los debates actuales sobre el VII PM presididos por la Presidencia britúnica, quiso destacar la importancia de los proyectos de demostración tecnológica. Las pruebas previas a la comercialización son una fase peligrosa para cualquier tecnología, declar?, y será necesario intervenir para ayudar a que las Tecnologías superen este valle de la muerte y lleguen al mercado.
Hay unos pocos retos que son más importantes que la garantía en el futuro de un suministro energético seguro y sostenible, y que exigirán cambios en las formas de generar, transmitir y utilizar la energía. Aunque hay que tomar decisiones difíciles, representa una oportunidad de negocio para Europa, continuó.
Las personas tienden a pensar en el proceso de Lisboa en términos de competitividad y de la economía del conocimiento, afirma, pero si lo hacemos bien, no hay razón para que no lideremos una economía menos productora de carbono en el mundo.